martes, 5 de abril de 2016

PALACIO DE CARLOS V


Este palacio se encuentra localizado en la Alhambra de Granada y pertenece al renacimiento español, se calcula que fue construido aproximadamente entre los años 1527 y 1563, por el arquitecto Pedro Manchuca.

El palacio fue un encargo de Carlos V a su hombre de confianza, el marqués de Mondéjar, gobernador de la Alhambra. Fue construido en Granada debido a que el emperador quedo prendado de la belleza de los palacios nazaríes de la Alhambra, los cuales decidió ampliarlos para convertir la cuidad en capital imperial. El marqués era un amante del arte renacentista y contrata a Pedro Manchuca, quien había trabajado en Italia anteriormente.


Fue diseñado con una planta cuadrada, en cuyo interior dispuso un patio de planta circular. El patio se estructuro con dos plantas abiertas con amplias galerías, en ambas plantas se observa la monumentalidad y la sobriedad propias del periodo, diferenciándose en que la planta inferior esta diseñada con un orden toscano y la superior con un orden jónico. En la fachada se aprecia con facilidad la diferencia entre ambas plantas, la inferior presenta un almohadillado rústico y pilastras toscanas, en cambio, la parte superior muestra un orden jónico junto con el patio. Los vanos de la fachada son cuadrangulares o circulares, observándose que los vanos cuadrangulares de la parte superior están cubiertos por unos frontones triangulares. En el cuerpo central se acompaña a las puertas con pares de columnas jónicas, la puerta inferior esta rematada por un tímpano triangular y la superior esta enmarcado en un arco.


La idea original de Manchuca era construir un palacio de formas sencillas, de líneas geométricas puras, por lo que se ha considerado el mejor ejemplo de arte purista del Renacimiento español. La disposición del circulo y el cuadrado tenía unas connotaciones simbólicas, según las teorías de humanistas italianos, la unión de ambas formas geométricas suponían la perfección. Además, el palacio mostraba su triunfo sobre la arquitectura musulmana, exaltando el dominio del cristianismo.

domingo, 10 de enero de 2016

PUERTA SARMENTAL DE LA CATEDRAL DE BURGOS

Esta portada se encuentra localizada en Burgos y pertenece al estilo gótico, se calcula que fue construida aproximadamente entre los años 1230 y 1240.

Los orígenes de la ciudad gótica de Burgos es la representación del poder económico y político que alcanzó entre los siglos XIII y XIV. En el siglo XIII inició su desarrollo como ciudad gracias a su privilegiada situación de cruce de rutas entre el Camino de Santiago y las vías que unían el interior de España con los puertos marítimos del norte y con Francia, sede de la Cortes de Castilla y de una importante diócesis, para abastecer a peregrinos surgieron las primeras ferias, mercados y hospitales, y por el camino aparecieron novedades artísticas y religiosas. En Burgos el origen de la riqueza tuvo origen en el comercio especialmente.

El tímpano se le atribuye a un artista llamado Maestro del Beau Dieu de Amiens y el dintel al Maestro del Sarmental. En el tímpano aparece representado Jesús sedente como Pantocrátor mostrando el Libro de la Ley y rodeado de los cuatro evangelistas que aparecen tanto sentados escribiendo en sus pupitres como en forma de tetramorfos. En las arquivoltas podemos observar dos temas diferentes; en primer lugar a los ángeles con instrumentos sagrados y en segundo lugar a personajes vestidos de reyes con instrumentos musicales típicos de la Edad Media. En las jambas se colocan apóstoles, santos y profetas y en el parteluz aparece la figura del obispo don Mauricio, bajo cuyo pontificado se inició la construcción de la Catedral, de acuerdo con la costumbre francesa de incorporar a los personajes relacionados con la construcción en los proyectos iconográficos de sus edificios. Esta decoración de esculturas en alto relieve o de bulto redondo pero adosadas están realizadas en piedra y se puede apreciar como todas las esculturas se adaptan a un marco arquitectónico dado de antemano.

Las figuras reflejan un naturalismo y se alejan de la abstracción románica, se ciñen, sin embargo al esquema de composición románico, en el que, la figura de Cristo tiene un tamaño superior. Esto se puede explicar porque el proceso de humanización gótico no pretende analizar psicologicamente a los personajes o recrear un canon de belleza, sino que, viene definida por el lugar que ocupa dentro de la jerarquía, es decir, dentro de la escenografía que presenta la portada. El programa iconográfico representa el nuevo concepto de espiritualidad procedente de las fachadas de las catedrales francesas. La figura de Cristo se ve renovada, debido a que se convierte en un Cristo joven que expresa misericordia. Aunque sigue bendiciendo con una mano y sostiene el libro en la otra, resulta más comunicativo y accesible. Los signos de humanización en su actitud lo acercan a la idea del hombre-Dios y lo alejan del Dios-hombre románico, respecto al grado de realismo de las esculturas que forman la portada podemos decir que las figuras presentan cierto grado de realismo y comunicación visual entre ellas, como podemos observar en las miradas de los apóstoles. En cuanto al movimiento, las figuras muestran sensación de movimiento ya que simulan tocar instrumentos y mover las extremidades, y podemos apreciar como el horror vacui no aparece ya que hay espacio entre esculturas.

En conclusión esta portada presenta una gran relación con las catedrales de Amiens y Reims ya que ambas tienen una puerta abocinada con dinteles, jambas y parteluz.

 Portada
 
   Tímpano
 
Jambas
 
Parteluz

martes, 3 de noviembre de 2015

EL ALTAR DE PÉRGAMO

 
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Esta obra se llama el altar de Pérgamo, construido en Pérgamo, hacia el 180-160 a.C durante el reinado del rey Eumenes II (197-159 a.C) para conmemorar su victoria sobre los celtas. Esta obra es a la vez arquitectónica y escultórica, perteneciente a la etapa helenística. De autor desconocido.
Este altar fue levantado con finalidad religiosa, para los sacrificios en honor a los dioses. Constaba de un pórtico de columnas jónicas a ambos lados, levantados sobre un podio y separados por una escalinata, realizada en mármol blanco y adintelada. Tras la escalinata se encontraba el altar donde se realizaban los sacrificios. Toda la base esta decorada en alto relieve representando la gigantomaquia (lucha entre los dioses olimpos y los gigantes). Las esculturas que aparecen son helenísticas, se puede apreciar el tallado profundo y la meticulosidad con la que están hechas, dando lugar a cuerpos en movimiento y expresivos. Destacan Zeus y Atenea, quienes encabezan la lucha. También aparece Artemisa junto a sus perros atacando a los gigantes. En los dioses se puede apreciar los cuerpos en tensión y las telas pegadas al cuerpo (técnica de los paños mojados).
El tema principal es la lucha entre dioses y gigantes, representando el conflicto entre el reino de Pérgamo y los celtas. Se aprecia un aspecto propagandístico del reinado de Eumenes II que vincula sus capacidades para la lucha con los dioses, identificándose con Zeus y el pueblo con el resto de dioses. 
 
En este imagen se puede apreciar parte de la escultura de la base, así como las columnas jónicas.
 
Esta es parte de la escultura que representa la gigantomaquia y en ella podemos observar la expresividad y el realismo del relieve.
Una maqueta del altar en miniatura.